Los petardos y los fuegos artificiales pueden ser una fuente de alegría y celebración para algunos humanos, pero para muchos gatos y perros, son la causa de un miedo y una ansiedad intensos. Lo mismo puede ocurrir en el caso de los truenos y las tormentas. El miedo a los ruidos fuertes es una respuesta natural en muchos animales, incluidos nuestros compañeros felinos y caninos, y puede manifestarse en comportamientos como temblores, taquicardia, ladridos excesivos, intentos de escape y otros signos de estrés, como orinarse espontáneamente.
¿Por qué los petardos y fuegos artificiales pueden causar miedo?
Los gatos y los perros tienen un sentido del oído mucho más desarrollado que los humanos, lo que significa que los sonidos fuertes pueden resultarles abrumadores. Además, no comprenden la fuente de estos ruidos ni son capaces de predecir cuándo ocurrirán, lo que hace que se sientan amenazados y en peligro, y ello les cree mucha ansiedad.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros animales a estar más tranquilos?
Es muy angustiante para nosotros también ver a nuestro animal pasar miedo, sobre todo cuando éste es muy intenso y le causa mucho sufrimiento. Pero hay varias cosas que podemos hacer.
Lo primero de todo y más importante para nosotros es mantener la calma, ya que en un momento de incertidumbre tal para nuestro animal somos su referente, y va a buscar en nosotros el apoyo que necesita. Por ello, debemos hablarle sosegadamente, como si no pasase nada y hacer movimientos calmados. Otras acciones que pueden ayudar a tu animal serían las siguientes:
- Generar un refugio seguro. Proporcionarle un lugar donde se sienta a salvo. Esto puede ser una habitación tranquila, lejos de las ventanas, donde los ruidos sean menos intensos. Normalmente un baño sin ventanas puede ser el mejor lugar de la casa para ello. Asegúrate de que tenga acceso a su cama o una manta favorita para mayor comodidad. En el caso de los gatos, ellos mismos suelen escoger su refugio, debajo de una cama o un sofá, o dentro de un armario.
- Amortiguar el sonido externo, a través de un ruido blanco, como la campana extractora de la cocina, o una música agradable, como por ejemplo música clásica.
- No dejarles salir a la calle en el momento en el que se están produciendo esos ruidos fuertes. El pánico que viven puede ser tan intenso que lleguen a soltarse de la correa, escaparse o perderse.
- Generar en ellos desensibilización y contracondicionamiento, exponiendo gradualmente al animal a grabaciones de sonidos similares a petardos y fuegos artificiales a un volumen bajo, aumentando lentamente la intensidad a lo largo del tiempo, siempre que no muestre señales de miedo o nerviosismo. Esta exposición debe combinarse con actividades placenteras, como juegos o golosinas, para crear asociaciones positivas. No obstante, es recomendable la supervisión de un educador en positivo para este ejercicio.
- Aportarles feromonas y suplementos calmantes. Existen productos diseñados para calmar a los animales de compañía, como difusores de feromonas y suplementos naturales. En este caso, habría que consultar al veterinario para encontrar la mejor opción para tu gato o perro. Siempre que se puedan prever los fuegos artificiales o los petardos, pueden administrarse esos suplementos desde una semana antes, para preparar el sistema nervioso y relajarlo.
- Usar ropa de compresión. Algunos animales pueden beneficiarse de prendas de compresión, como las camisas anti-ansiedad, que proporcionan una presión suave y constante alrededor del cuerpo del animal, relajando su sistema nervioso.
- Consultar con un Profesional del comportamiento animal. Si el miedo a los ruidos fuertes es severo, es aconsejable buscar la ayuda de un etólogo o de un educador, que trabaje de forma respetuosa con el animal.
En general, entender el miedo de nuestros animales a los petardos, fuegos artificiales y tormentas es el primer paso para ayudarles a gestionar su ansiedad. Con preparación, paciencia y estrategias adecuadas, podemos hacer que las festividades sean menos estresantes para nuestros compañeros animales y asegurarnos de que todos en la familia puedan disfrutar de estos eventos con tranquilidad.